Una vez más nos desplazamos a Extremadura, pero tenia una aliciente especial para mí, porque me acompañaban mis amigos desde Almeria. Así que el trayecto hasta destino no lo haría solo.
Lo ciento es que nos llenamos de moto demasiado, ya que a la altura de Manzanares empezamos a buscar carreteras nacionales hasta llegar a Bejar. Lo ciento es que fue demasiado pronto ya que quedaban muchos kilometros aún. Así que nos pusimos a tomar curvas cuando las había y bonitas rectas cuando tocaba. Pueblos y pueblos hasta que llegamos bien tarde. Ahora solo quedaba dar comienzo al fin de semana de convivencia.
Fue un fin de semana lluvioso, así que se nos afeo un poco, pero la ruta del sábado estuvo muy bonita. conducimos hasta Santibañez de la Sierra. Allí tomamos un refrigerio y paseamos por el bonito pueblo. Así continuamos el día hasta medio día que se nos fastidio todo por la intensidad de la lluvia.
El día de regreso aprovechamos para seguir disfrutando de los pueblos, que en apariencia perdidos, están llenos de vida y acción.
Sin duda un fin de semana genial. Y como ya hemos hablado en otras ocasiones, Extremadura no deja de sorprender. Esa noche hicimos noche en Cordoba, ciudad que nunca falla. Es de esos destinos que parar poco o mucho tiempo siempre es un acierto. Pasear por barrio judío siempre es una maravilla. En esta ocasión encontré una calle con mi apellido, jaja. En fin, una vez más otra gran escapada de fin de semana y otra gran opción de la que podemos hablar.
Tito Céspedes